Ubicado a 1.500 metros de altitud en pleno corazón de los Alpes franceses, el centro acuático Courchevel disfruta de un ambiente de serenidad, rodeado por un bosque alpino en el valle de Tarentaise, por debajo de las pistas de esquí y del pueblo de Courchevel. El complejo se ha convertido en un destino muy popular para los esquiadores más exigentes.
El diseño de Auer y Weber integra armoniosamente el edificio con su entorno. Un techo de doble curvatura emerge de la tierra, soportado de manera mínima por 25 columnas, dos paredes y tres pilares. La luz natural es suministrada por enormes fachadas acristaladas y grandes incisiones en el techo. Los espacios interiores están diseñados como piscinas en cascada y terrazas que permiten vistas panorámicas del paisaje.
El diseño final de la compleja estructura del techo es capaz de soportar también la sustancial carga de nieve de los meses de invierno, habiéndose tenido en cuenta que el valle se sitúa dentro de una zona sísmica.
Las sucesivas iteraciones en la etapa de diseño lograron adaptar la estructura del techo para formar una envolvente verde durante el verano, conectándolo así con el paisaje alrededor y superando las sensibles limitaciones topográficas, climáticas y ambientales de su ubicación.
Un uso innovador y eficiente del acero galvanizado
La forma más eficaz y ligera de afrontar unas grandes luces en una zona sísmica, así como el manejo de considerables cargas de nieve, consistía en elegir un chasis con armadura de acero. Esto permitió alcanzar una mínima huella estructural y, al mismo tiempo, una máxima rentabilidad.
La protección contra la corrosión de la estructura de acero era de importancia extrema. La elección delacero galvanizado cumplía sobradamente con todos los requisitos: vida útil de 50 años de servicio, facilidad de montaje y capacidad para resistir los desafíos del transporte y montaje in-situ.
