Sobre los restos de Chernóbil se yergue un colosal sarcófago deslizable cuya objetivo no es otro que contener los materiales radiactivos e impedir contaminaciones medioambientales futuras. Por supuesto, debía estar exento de mantenimiento y estar protegido contra la corrosión.
¿Saben con qué material han sido construidos tanto el arco de confinamiento como la estructura de sujeción? En efecto, con acero galvanizado. Las razones son obvias.
Fuente: Zinc Twice – Newsletter de la Asociación Técnica Española de Galvanización